Sin darme cuenta he caído en mi propia trampa...en el juego de disociación entre lo obligado y lo deseado...
Estoy en la Villa El Manzano, Chile, en un proyecto basado en la Permacultura. He venido a APREHENDER, a hacer el camino hablado, a ser coherente, a llevarme de vuelta un saco lleno de experiencias y un trabajo fin de master que transmita todo lo adquirido, evitando la reducción esperada del aspecto formal de la ciencia políticamente correcta.
Y observar y formar parte del todo, y empezar por lo pequeño, y revisarnos de manera constante pero sin obsesiones. Ecoherencia es éso, y cualquier cosa que nos permita disfrutar del ritmo de nuestros días. Y qué tal si aceptamos que cada cual tiene su propia idea de un día perfecto? Sí, para mí es levantarme antes de las 6, darme una ducha que acabe con agua fría, hacer una sesión completa de Hatha Yoga, mucho mejor si se permite jugar a ser instructora,ordenar la habitación para que el orden mental también le acompañe, un desayuno a base de avena, mermelada de arándanos, yogur hecho el día anterior y mate, o infusiones varias...trabajo matutino, creativo, con su interludio para tomar algo caliente y fruta. Conversar con los compañeros mientras se hace algo útil, almorzar, charlar, trabajar en la tarde..., compartir otro tipo de yoga, organizado desde mi intuición para una amiga con vida nueva en su tripa, o trotar con otra amiga...comer algo, charlar, descansar...
Sois tantos los que hacéis algo tan cercano a la permacultura sin siquiera saberlo. Quizá lo único que nos falte es la plena atención puesta en la acción.
Qué locura la inercia social que afirma el conocimiento se debe desgranar de quienes somos...y qué suerte poder pararlo!!