martes, 4 de mayo de 2010

Germinación. El proceso

La vida continúa en el huerto-jardín "De-muestra" Las plantas crecen a muy diferentes velocidades. La tierra me enseña cada día algo nuevo y me atrapa. Me cuesta alejarme de aquí por mucho tiempo, porque quiero vivir el proceso, la germinación.


Tuve la suerte de tener la mejor de las ayudas el pasado Sábado, mi sobrino Carlos me acompañó toda la tarde sembrando semillitas de plantas de hoja y tallo (según el calendario lunar era un día óptimo para ésto). La alegría de los niños es la mejor ayuda en el huerto.

Así que integrando los recursos de los que disponíamos hicimos semilleros de lechugas, apios, diente de león, achicoria...
Primero recogimos hojitas del suelo, que es un recurso abundante en esta casa.


Después las machacamos un poquito y las usamos como base en nuestros semilleros, para favorecer la percolación del agua.





Despúés le echamos tierra de los arriates, que saqué cuando empecé a prepararlos, y arribita compost nuevo. De momento es industrial, pero ya tenemos compostera propia, así que para fines de verano cuento con tener nuestra propia tierra!




Y ahí abajito se pueden ver plantitas con unos 10 días de vida, a la izquierda lino dorado, chía y amapola, ala derecha rúcula, una pequeña espinaca y algunas lechuguitas hoja-de-roble.




Y entre semillas germinadas aquí y plantines comprados por allá, ya hay albahaca de varias clases, 5 tipos de lavanda, un cilantro que se sale, orégano, varias clases de tomate y pimiento, calabazas y demás cucurbitáceas, un semillero de crucíferas a rebosar...vaya, que ya falta sitio!Y eso que aún ni siquiera hay flores!
En próximas ediciones un reportaje especial de todos los invitados del huerto.



Sentirme madre de mis propios proyectos es una experiencia muy aconsejable. Estar. Experimentar. Construir. A veces parece que hay algo que falta...pero es una mera ilusión, a veces nos acostumbramos a la comodidad de una complicidad concentrada, de un único ser sobre quien nos descargamos...Y es tan hermoso aprender a dar a cada uno el lugar que merece. Dejar que las conversaciones ocurran. Aceptar la retroalimentación, claro que sí.


¿Qué ha ido bien hasta ahora?


Mantenerme consciente. Palpar la vida. Disfrutar de la germinación de cada semilla, de cada planta comida por un pájaro o quizá un caracol. Notar esa extraña fuerza que ejercen las hormigas cuando están todas juntas. Favorecer la vida.


Encontrar el centro, en danza egipcia y contemporánea. Disfrutar de la gente. De todos. Sentir profundo amor por toda esa gente y valorar la sabiduría y belleza de todas.


El gran logro...un pasito más hacia la sencillez e integración.


Desafíos...


Encontrar el equilibrio entre el impulso y el control mental. Llegar a lo orgánico. En todo.


Próximos pasos


Registrar el proceso. Cerrar caminos. Sentirme completa todo el rato. Vencer alguna pereza.


Preparar el Encuentro de Permacultura para la transición, una gran fiesta.